Qué ver en Nueva York: lo mejor de la Gran Manzana te espera
por Visagov | 22 de octubre de 2020Nueva York es la ciudad más poblada de Estados Unidos y la más visitada. 65 millones de personas la visitaron en 2019.
Si es la primera vez que visitamos esta espectacular ciudad, lo aconsejable es dedicarle entre 7 y 10 días. Por supuesto no hay un tiempo establecido, pero aconsejo hacer una lista de todo lo que no queremos perdernos y luego un itinerario para marcar los tiempos.
Conocida como la ciudad que nunca duerme, hace honor a su apodo para la bueno y para lo malo. Es una ciudad ruidosa y caótica a la que posiblemente nos cueste unas horas acostumbrarnos, pero a la que sin duda vamos a querer volver una y otra vez.
Antes de viajar debemos tramitar una autorización de viaje llamada ESTA, que es el visado de turista que necesitamos para entrar a los Estados Unidos, imprescindible para viajar a cualquier ciudad del país. Tiene una validez de 2 años, por lo que vamos a poder utilizarlo más veces si volvemos a viajar. Podemos solicitarlo a través de una empresa especializada como visagov.com y, si necesitáis más información, os dejo el link de un artículo donde explican todos los visados y requisitos para viajar a Estados Unidos.
Nueva York puede visitarse en cualquier época del año, siempre tiene vida y siempre vamos a descubrir algo nuevo:
- El otoño es la temporada más romántica, con sus tonos tierra y sus parques llenos de hojas.
- El invierno es precioso y muy frío (todos los inviernos nieva). La decoración navideña es espectacular y las actividades son frenéticas.
- La primavera es una época ideal para visitar cualquier ciudad y Nueva York no es una excepción. Los días son un poco más largos y la ciudad florece después del duro invierno.
- El verano, caluroso pero espectacular. Las altas temperaturas permiten alargar mucho el día y poder hacer turismo hasta altas horas de la noche.
Esta es la fecha que yo elegí para visitar Nueva York la primera vez, concretamente la hice coincidir con el 4 de julio. Dejo aquí mi itinerario, por si a alguien le puede ayudar:
Día 1 en Nueva York
Después de las correspondientes horas de vuelo, debemos hacer las correspondientes colas en el control de seguridad. Si es la primera vez que viajamos debemos armarnos de paciencia e intentar salir rápido del avión para ponernos rápido en la cola.
En el control de seguridad nos pedirán la autorización de viaje (ESTA) que ya debemos llevar rellenada y aprobada antes de subirnos al avión y nuestro pasaporte. Una vez comprueben que todo es correcto, podremos salir del aeropuerto. Entonces empieza el sueño americano, ¡New York nos espera!
Lo mejor para el primer día es ubicarse en el hotel, deshacer maletas, cenar (normalmente todos los vuelos de España llegan a New York por la tarde noche) y descansar. Tendremos el sueño algo cambiado y arrastraremos el cansancio de las horas de vuelo y el cambio horario. Es mejor descansar para madrugar al día siguiente, estando frescos para aguantar bien. Lo vamos a necesitar.
Día 2 en Nueva York
Nuestro día en New York empieza pronto. Debo decir que, antes de viajar, nos sacamos la New York City Pass. Estuvimos haciendo una comparativa con todos los pases que existen para entrar a las principales atracciones y esta es la que más nos convenció por lo que queríamos visitar y por los días que estábamos en la ciudad. Recomiendo mirar la que sea más útil para cada persona, pero coger una es acertado. Nueva York tiene muchas cosas que ver y la tarjeta ahorra tiempo de colas y dinero.
Dicho esto, nos encaminamos hacia el Empire State Building.
Este es el rascacielos más famoso de la ciudad aunque no es el más alto. El edificio cuenta con 102 plantas, y 2 miradores espectaculares, uno en la planta 86 y otro en la 102. ¡La mejor manera de empezar a disfrutar la ciudad desde las alturas!
Salimos del espectacular rascacielos y cogimos el autobús turístico justo delante.
Nos bajamos en el barrio de Soho, uno de los barrios con más encanto de la ciudad. Con edificios bajos de colores y sin rascacielos (algo que parece insólito en New York), predominan las galerías de arte, las cafeterías y las tiendas originales.
Paseamos por el Soho y nos encaminamos hacia Chinatown. Parece literalmente que estamos en Asia dentro de Manhattan. Un barrio divertido y con mucho ambiente ideal para perderse.
Desde Chinatown seguimos caminando hacia Wall Street. Ir caminando por Nueva York es ir disfrutando de todo lo que vemos a nuestro paso. Recomiendo muchísimo caminar todo lo que nos sea posible.
Nueva York es como un inmenso escenario de cine. Todo lo que recorremos recuerda o ha participado en alguna película.
Llegamos a Wall Street. El distrito financiero de la ciudad se encuentra en la calle que lleva su nombre. En la zona se ubica el edificio de La Bolsa, la Reserva Federal y, claro, el famoso Toro de Wall Street que debemos acercarnos a tocar pues dicen que da buena suerte.
Desde aquí nos dirigimos a la estación para tomar un ferry (gratuito) que nos llevará a Staten Island, y desde donde vamos a observar el Skyline de New York. Desde aquí veremos todos los rascacielos, los puentes y hasta la Estatua de la Libertad (aunque este ferry no para en la estatua).
Debemos bajarnos en la isla (Staten Island) porque tendremos una estupenda foto y panorámica de Nueva York. En la isla no hay mucho que ver aparte de la panorámica de la ciudad y un par de restaurantes muy agradables para comer.
Volvemos en ferry y nos encaminamos andando desde la estación a la famosa (por desgracia) zona 0.
La zona 0 es donde se alzaban las famosas Torres Gemelas de Nueva York que, tras el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, se ha convertido en el Memorial del 11S.
Donde se alzaban las torres se encuentran 2 enormes fuentes en las que están inscritos los nombres de las más de 3.000 personas que perdieron la vida en el atentado.
Junto a las fuentes se encuentra un árbol que sobrevivió a la caída de las torres, un museo y el One World Observatory, el observatorio del edificio World Trade Center, situado en la planta 100, y el rascacielos más alto de Nueva York.
Todo en este edificio es una atracción incluido el ascensor que nos lleva hasta el observatorio. Toda la zona adquiere un ambiente especial, saber dónde estamos y lo que ha pasado hace que tengamos los sentimientos más a flor de piel. Es una visita obligada, además de un espectacular lugar para ver el atardecer.
Justo al lado de la zona 0 nos encontramos con un curioso edificio, The Oculus. El Oculus es una estación y un centro comercial diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava, que intentó imitar la forma de un pájaro alzando el vuelo. Puede que nos guste o que no, pero debemos verlo para poder dar nuestra opinión después.
Día 3 en Nueva York
El tercer día lo empezamos desde la estación central, escenario de la película Madagascar, entre otras.
Desde aquí nos encaminamos en metro hasta Battery Park para coger el ferry que nos llevará a la Estatua de la Libertad, ícono de la ciudad de Nueva York, que se encuentra situada en una pequeña isla al sur de Manhattan. El pase que tenemos cubre la visita a la isla pero subir a la corona de la estatua, no. Nosotros no subimos porque la vista desde abajo ya es preciosa y porque la cola para subir era inmensa.
Desde la Estatua de la Libertad, el mismo ferry hace parada en la Isla de Ellis (Ellis Island). Esta isla es por donde pasaban millones de inmigrantes antes de poder empezar su soñada vida en los Estados Unidos. Lo primero que veían era la Estatua de la Libertad pero, paradójicamente, luego eran “encerrados” en la isla de Ellis, donde pasaban exámenes médicos y reputacionales antes de poder entrar al país.
Desde aquí nos dirigimos a Times Square. Primero a visitar el museo Madame Tussauds, museo de cera mundialmente conocido que alberga a más de 200 celebridades, y después a disfrutar del bullicio neoyorquino en Times Square.
Times Square es el corazón de Nueva York: la gente, los neones, la vida en pleno movimiento. Se encuentra en el cruce de Broadway con la 7ª.
Aquí encontraremos todo lo que vayamos buscando, tiendas, restaurantes, teatros, espectáculos callejeros y, por supuesto, el famoso reloj de la cuenta atrás del último día del año.
Día 4 en Nueva York
Empezamos el día madrugando (como siempre) para coger el autobús turístico que nos llevará al famoso barrio de Harlem. Un barrio multicultural y auténtico, con un pasado conflictivo pero un barrio tranquilo hoy en día, donde se puede pasear sin miedo. Aquí es interesante apuntarse a alguna excursión que nos lleve a ver una misa de Gospel, es una experiencia que no vamos a olvidar.
Y de Harlem, ¡al Bronx! Dejamos un barrio multicultural, para adentrarnos en otro que lo es más. Si viajáis por libre, es mejor hacerlo exclusivamente por la zona del río Hudson. El barrio sigue siendo un poco peligroso, y sobre todo es bastante imponente.
El Bronx es la cuna del rap, del hip hop y por supuesto de los Yankees. Nos dirigimos al Estadio de los Yankees.
Después del estadio nos dirigimos hacia el muelle 86, donde se encuentra el Intrepid Sea Air Space Museum. El museo está dentro del portaaviones Intrepid, buque que ha participado en 2 guerras, en el programa espacial y en las labores de rescate del 11S.
Además, alberga en su interior el submarino Growler, un Concorde, decenas de aviones y helicópteros e infinidad de maquetas y objetos originales. De todas maneras, su mayor encanto es el Transbordador Espacial Enterprise.
Desde el museo, la mejor manera de acabar la tarde y de paso ver la puesta de sol, es cruzando el mundialmente conocido Puente de Brooklyn. Construido en 1883, es otro de los iconos indiscutibles de la ciudad de Nueva York.
Día 5 en Nueva York
La mañana del quinto día la vamos a dedicar a ir de compras. Además de visitar alguna de las cadenas de outlets (es una buena opción de compras en Nueva York), no podemos marcharnos de la ciudad sin visitar la famosa Quinta Avenida. De la 34 a la 59 con la quinta, todo son tiendas. Tiendas lujosas, de película, cadenas internacionales, etc.
Caminando por la quinta avenida también encontramos la Torre Trump y la Catedral de San Patricio.
En frente de la catedral se encuentra el famoso complejo de edificios Rockefeller Center, donde se halla el mirador Top of the Rock, situado entre las plantas 67 y 70 del rascacielos Comcast. Desde este mirador tenemos unas bonitas vistas de Manhattan con el Empire State a un lado y el Central Park a otro.
Día 6 en Nueva York
Después de tanto rascacielos y bullicio, la mañana del sexto día la vamos a pasar en Central Park. Como todo buen turista que se precie, se deben alquilar unas bicicletas y recorrer el parque.
En las entradas del parque nos ofrecen bicicletas, pero son mucho más caras que en las tiendas de alquiler que hay en los alrededores.
El Central Park es el pulmón de Manhattan y un lugar perfecto para pasear, jugar, leer o hacer un picnic.
Ya por la tarde cogimos el metro hasta otro parque, el High Line, un parque elevado construido sobre unas antiguas vías de tren. El parque ofrece arte callejero y una luz preciosa al atardecer.
Cuando cruzamos el parque, si seguimos caminando nos encontramos con el edificio Flatiron. Otro edificio emblemático de Nueva York, escenario de películas como Spiderman.
Desde aquí, tenemos muy cerca el Madison Square Garden, donde acaba nuestro día.
Día 7 en Nueva York
El séptimo día en Nueva York lo vamos a dedicar a ir a la playa. Con el metro, hasta la última parada, se llega a Coney Island.
Coney Island se encuentra en un barrio de Brooklyn y tiene una de las playas más famosas de Nueva York, donde es estupendo ir a pasar el día. Además de la playa, tiene un parque de atracciones, el famoso Luna Park.
Todo el recinto es muy muy americano, y lo típico es comerse un perrito caliente en Nathan's. El restaurante abrió hace más de un siglo, es el más famoso de Nueva York y tiene hasta un concurso en la televisión de quién puede comer más perritos calientes. En Coney Island se encuentra también el Estadio de los Mets, los Brooklyn Cyclones, el equipo de béisbol de Brooklyn.
Si visitamos Coney Island de mayo a septiembre podremos disfrutar de la Coney Art Walls, un museo al aire libre de enormes graffitis firmados por artistas urbanos. Y, por supuesto, un homenaje a las víctimas del 11S.
Día 8 en Nueva York
Empezamos el octavo día acudiendo a la biblioteca pública de Nueva York. Su sala principal ha sido escenario en numerosas películas. No debemos olvidar pasar por su tienda antes de marcharnos.
Desde la biblioteca visitamos el Bryant Park, un bonito parque lleno de terrazas y zonas verdes. Desde el parque vamos caminando hacia el MoMA, el museo de arte moderno de Nueva York. Recordar que, si no llevamos las entradas, las colas van a ser inmensas.
El MoMa fue inaugurado en 1929 y es el museo de arte moderno más importante del mundo. Alberga obras de artistas como Van Gogh, Picasso y Dalí entre otros muchos.
Hoy es 4 de julio y salimos del museo para dirigirnos a las orillas del East River. El lugar ideal para ver los fuegos artificiales es desde el puente de Brooklyn, pero la gente empieza a coger sitio desde la mañana y es muy difícil hacerse hueco. Pero no es un problema, se ven perfectamente desde cualquier parte del río.
Como curiosidad, decir que la seguridad es muy alta, los accesos están cortados con una especie de barricadas de sacos de arena y enormes camiones. Hay policía montada a caballo, en bicicleta y de todas las maneras posibles. Desde los atentados, la fiesta de la independencia se celebra con enormes medidas de seguridad.
Aun siendo el día grande de Estados Unidos, todas las atracciones, tiendas, transporte, etc. funcionan como un día normal.
Día 9 en Nueva York
Es nuestro último día en la gran manzana. Pasaremos la mañana en Times Square para hacer las últimas compras y llevarnos en el recuerdo la esencia neoyorquina.
Conclusión del viaje
Nueva York es una ciudad muy ruidosa, por sus calles no dejan de transitar ambulancias, bomberos, taxis, etc. Cuando el asfalto se estropea, ponen planchas de hierro para tapar el desperfecto hasta que lo arreglan y esto genera un ruido añadido.
Es también una ciudad caótica, miles de personas arriba y abajo por todos lugares. La gente come y bebe mientras camina, la ciudad no para nunca.
No existen contenedores de basura por lo que tienen unas horas determinadas para sacarla. Cuando caminas por la noche, ves montañas de basuras bien ordenadas a las entradas de los inmensos edificios.
Con todo esto, puedo afirmar que Nueva York es una ciudad maravillosamente caótica, ruidosa y especial, ¡a la que estoy deseando volver!