Qué ver en Kirguistán: Ruta de 7 días
por Elena Escudero | 15 de junio de 2021Kirguistán es uno de los países más económicos para visitar y un lugar excelente para las rutas de senderismo y trekking Kirguistán. Situado en Asia Central, es un país donde la cultura nómada se abre paso y donde la hospitalidad y amabilidad de su gente nos va a enamorar.
Kirguistán es uno de los países donde poder realizar deportes de aventura: cientos de personas se preparan durante mucho tiempo para poder realizar las largas y duras rutas que se encuentran por todo el país.
La mayoría de los habitantes de este país siguen viviendo en una cultura nómada, abriéndose cada día más al paso del turismo, pero no podemos forzarlo, pues hace relativamente pocos años que abrió sus puertas al mundo.
¿Qué ver en Kirguistán? La belleza de su tierra hacen de este país un lugar único donde las verdes colinas, los picos nevados y los enormes valles ofrecen un lugar donde desconectar de todo.
Son muchas las cosas que ver en Kirguistán, se puede planificar la ruta dependiendo del tiempo que dispongamos para visitar este espectacular país. La mayoría de rutas que se realizan están pensadas para las personas que desean pasar días acampando y realizando largas rutas.
Día 1: Llegada a Bishkek
Empezamos nuestro viaje en la capital del país, Bishkek, la ciudad más poblada de todo Kirguistán y el comienzo de la mayoría de rutas.
Son bastantes las cosas que ver en la capital, pero sin duda algo totalmente indispensable es el bazar de Osh, uno de los mercados más grandes e importantes de toda Asia. En el bazar se encuentran todo tipo de productos. Algo muy típico del país es el sombrero tradicional de los locales kirguises y su gastronomía se disfruta en cada rincón, algo que no podemos dejar de probar.
Seguimos por la capital y visitamos el mítico edificio con forma de OVNI, el circo estatal (si es posible ver un espectáculo del circo será muy interesante), y a escasos metros del circo se encuentra la Plaza de la Victoria, un símbolo del país frente a la victoria fascista en 1985. Cientos de estatuas conmemoran la batalla y la victoria del país.
Ponemos rumbo a la plaza Ala Too, una de las plazas por excelencia, donde la arquitectura de los edificios que la rodean es impresionante. La universidad o el ayuntamiento están construidos en estilo neoclásico y resaltan desde lejos.
Por las calles que rodean la plaza Ala Too se encuentran la mayoría de tiendas, restaurantes y locales de ocio de la capital.
Llega la hora de descansar para prepararnos para nuestro segundo día.
Día 2: Bishkek - Parque Natural Ala Archa
Este es uno de los tramos más cortos del recorrido. Recorreremos un total de 29,6 kilómetros hasta llegar al parque natural de Ala Archa.
Llegamos al impresionante parque natural de Ala Archa. Este parque es transitado por miles de personas cada año para realizar rutas de trekking y senderismo y nos ofrece diferentes rutas dependiendo de la capacidad y la preparación del visitante. La ruta más conocida es la de la cascada Ak-Sai y el glaciar.
Los enormes picos nevados que rondan los 5.000 metros de altura rodean el impresionante paisaje repleto de bosque y glaciares, que forman ríos y cascadas que dan vida a la flora y fauna del parque nacional. Este parque tiene más de 50 glaciares, cientos de picos montañosos y una naturaleza única.
Iniciando la ruta iremos caminando hasta llegar al valle del río Ak- Sai. Las vistas que ofrecen son de infarto: se puede observar todo el cañón Ala Archa, todo el valle y el río rodeado de las montañas que salen desde el cañón. Son muchos los miradores que iremos encontrando durante la ruta para descansar y contemplar los parajes del parque nacional.
Comenzamos a descender unos 2 kilómetros aproximadamente para abrir camino hasta la cascada. Una vez llegamos, a lo lejos ya se comienza a escuchar el estruendo del agua cayendo por las paredes de la montaña, algo espectacular de ver. En este momento es posible decidir si se finaliza la ruta o si queremos continuar hasta el glaciar. Si se continúa la ruta es imprescindible acampar en el parque nacional, y es aconsejable estar preparado físicamente ya que la ruta se complica bastante. Nosotros en este caso decidimos no continuar hasta el glaciar y disfrutar de las vistas desde el cañón de Ala Archa.
Ponemos rumbo de nuevo a la capital Bishkek, para descansar en el hotel y prepararnos para un nuevo día.
Día 3: Bishkek - Lago Issyk Kul
En esta ocasión, recorreremos aproximadamente unos 214 kilómetros hasta el Lago.
En primer lugar haremos una parada en Balasagun para ver el Complejo Histórico de la torre de Burana, donde las ruinas de esta pequeña ciudad han marcado la historia del país hasta su conquista por los mongoles. A día de hoy son cientos las historias que corren por este lugar, debemos recorrerlo y conocer su historia cuando la visitemos.
La torre de Burana es un mausoleo de la hija del rey Khan. Además de la torre, cientos de estatuas talladas de piedra conocidos como Balbals que, según dicen, son antiguas lápidas que los nómadas turcos que habitaban construían para ahuyentar a sus enemigos y conmemorar a sus ancestros.
Una vez terminemos nuestra visita, seguimos hasta llegar al lago.
El lago Issyk-kul se encuentra al noroeste del país. Con una longitud de 170 km de largo y 70 km de ancho, es uno de los lagos alpinos más grandes del mundo.
Lo más impresionante de este lago es que pese al duro clima y los fríos inviernos de esta parte de Asia Central, el lago Issyk-Kul jamás se congela, y esto es lo que más llama la atención y da nombre al lago Issyk-Kul que significa lago caliente.
Son cientos los balnearios que rodean al lago, hoteles, restaurantes, discotecas y turistas. Las aldeas y ciudades del alrededor del lago dan el sustento al país, de ahí que al lago issyk-Kul lo llamen "la perla de Kirguistán".
El azul turquesa que baña el lago rodeado de montañas nevadas hace que sea un remanso de paz y desconexión, y posee las mejores vistas de Kirguistán. En esta ocasión también se pueden realizar rutas de senderismo, o realizar deportes acuáticos en el lago. Es hora de terminar el día y tomar un buen descanso.
Día 4: Lago Issyk Kul - Ciudad de Karakol
190 kilómetros son los que separan el lago de la ciudad de Karakol.
Esta peculiar ciudad se encuentra a tan solo 150 kilómetros de la frontera con China. Esta ciudad no es especialmente bonita, sus grises edificios muestran el paso de la Unión Soviética por sus calles, pero sí tiene su encanto.
La ciudad de Karakol es una de las principales ciudades de Kirguistán. El Bazar de Karakol tiene una peculiaridad: todos los negocios se encuentran dentro de contenedores de metal. Las estructuras metálicas llaman la atención nada más entrar a este Bazar que, al margen de esta curiosidad, es un bazar que no podemos perdernos. En él encontraremos comida local, telas, artesanías y todo tipo de objetos de colección, además de disfrutar de la amabilidad y la cultura de su gente.
Saliendo del Bazar, a unas pocas calles encontramos la iglesia de la Santísima Trinidad. Esta pequeña y colorida iglesia sigue en pie desde el siglo XIX y, pese a que ha perdido sus cúpulas debido al paso del tiempo, sigue manteniéndose en pie y siendo uno de los símbolos de la ciudad. Esta iglesia ha sido saqueada en varias ocasiones y tiene una larga historia, convirtiéndose en colegio durante la Segunda Guerra Mundial, y a finales de la guerra fue devuelta a los creyentes ortodoxos.
El paso de la civilización China por el país dio lugar a La Mezquita Dungan. Esta espectacular obra de arte en la que no se utilizó ni un solo clavo para la construcción, posee todas sus partes conectadas por ranuras y columnas que la mantienen en pie. Esta mezquita es símbolo de la mitología china, de dragones, aves fénix, y criaturas mitológicas que la protegen de los malos espíritus.
Pero si por algo es conocido Karakol es por su mercado de animales, razón por la que cientos de personas viajan cada domingo hasta aquí. En el mercado animal se comercializa con cientos de animales de ganado para el campo, así como con objetos para granjas.
La multitud de gente que se reúne en este mercado es impresionante, y podremos observar el día a día de los nómadas de Kirguistán.
Día 5: Karakol - Cañón del Yety Oguz
Unos 28 kilómetros son los que recorreremos en el día de hoy. Nos dirigimos por el verde camino que lleva hasta el cañón de Yeti Oguz, más conocido como “los siete toros”.
Se trata de unas increíbles formaciones rocosas de arenisca rojiza, que dicen que a lo lejos se asemejan a los lomos de siete toros de ahí su nombre. Situado en un valle inmenso, desde aquí empiezan decenas de senderos de varios kilómetros donde realizar montañismo, trekking o senderismo, que es lo más común en este lugar.
Los autóctonos del país vienen a este lugar a disfrutar de un día en plena naturaleza, pero nosotros realizamos el camino que va desde los siete toros hasta el cañón del corazón roto. El nombre viene de una leyenda popular sobre una joven que buscaba el amor en un valiente joven, que solo se lo daría a cambio de una hermosa edelweiss, una flor difícil de encontrar. Tras días esperando, la joven salió en su búsqueda y lo encontró congelado sosteniendo la hermosa flor. Ante esta imagen, la joven se suicidó desde lo alto del cañón y de ahí procede el nombre.
Pese a la trágica historia, el cañón es uno de los símbolos del país y un lugar visitado por cientos de personas. Una vez alcanzamos el cañón del corazón roto, la guinda final a nuestro día es el valle de las flores. Esta espectacular maravilla de la naturaleza nos ofrece un enorme valle repleto de diferentes tipos de flores que colorean el horizonte, rodeado de enormes montañas donde disfrutar del mejor atardecer de Kirguistán.
Después del agotador día de senderismo, regresamos a Karakol para descansar.
Día 6: Karakol - Lago Son Kul
En este tramo de etapa realizamos 292 kilómetros.
Llegamos al Lago Son Kul, sin duda uno de los tramos más bonitos de nuestra ruta y de todo Kirguistán.
Este gigantesco lago perdido en medio de la nada se esconde entre unas enormes y nevadas montañas, Son-Kuhlthau y Moldau, con una altitud de más de 3000 metros, que ofrecen una de las vistas más espectaculares del país.
No hay ningún pueblo a menos de 15 kilómetros, solo encontramos nómadas que viven aquí.
Es posible hacer excursiones y acampadas con los nómadas del lugar, realizar rutas a caballo (el medio de transporte que utilizan ellos) o realizar largas rutas de trekking.
En los verdes pastos que se levantan por toda la zona podremos observar a los animales en su hábitat.
Este lugar es uno de los mejores del mundo para desconectar y descansar. Relajarse a las orillas del cristalino lago es un auténtico remanso de paz, es por eso que encontraremos a muchas personas meditando.
Ya que en nuestra ruta no acamparemos (aunque existe la posibilidad de hacerlo), regresamos después de ver el atardecer con rumbo a nuestro siguiente destino.
Día 7: Lago Son Kul - Tash Rabat
Pasaremos la noche en un pueblo a 30 kilómetros del Lago Son Kul. El pueblo de Bokonbayevo pondrá el punto final de nuestro viaje, que terminará en Tash Rabat.
Este inhóspito lugar es uno de los más desconocidos de todo Kirguistán, pues es el punto crucial de la antigua Ruta de la Seda. Ubicado a 3.600 metros del nivel del mar, está construido en medio de la nada, en las montañas de Tian Shan.
Este lugar era punto neurálgico de los viajeros chinos que comercializaban con la seda, lugar para poder refugiarse del frío y de los bandidos. En este lugar podían comprar provisiones o comercializar otros productos con los locales.
Este edificio de piedra recuerda a un antiguo monasterio, y es el lugar perfecto para conocer más sobre cómo se vivía en esta región y cómo comenzó el movimiento de la Ruta de la Seda.