Una ruta por Europa del Este: qué ver en Georgia y en Armenia
por Cristóbal Manjón | 17 de marzo de 2021Armenia se encuentra situada entre los continentes europeo y asiático, compartiendo frontera al oeste con Turquía, al este con Azerbaiyán, al sur con Irán y al norte con nuestra segunda parte del trayecto, Georgia.
Armenia se considera como parte de Europa, aunque su situación geográfica la sitúa en la frontera imaginaria entre Europa y Asia, siendo así un país transcontinental, nutriéndose así de ambas culturas.
Para entrar al país, es necesario disponer de un pasaporte con al menos 6 meses de validez antes de la fecha de la entrada y un visado de turismo de Armenia.
Una vez esté todo en regla, ya podemos empezar nuestra ruta.
Armenia
Areni
Comenzamos la ruta en este pueblo de la provincia de Vayots’ Dzor. Este pequeño municipio de apenas 1800 habitantes es muy conocido por la calidad de sus vinos. La tradición del vino lleva más de 3 milenios pasando de generación en generación. Es tal la afición de este pueblo por el vino que desde 2007 celebran cada año el festival de vino de Areni.
Junto al pueblo, en el valle del río Arpa, podemos visitar la cueva de Areni-1. Gracias a las excavaciones arqueológicas que se hicieron en 2007 y 2008, se descubrieron restos materiales de las épocas de piedra y cobre. En el interior de la gruta podemos encontrarnos un zapato de cuero que data de hace 5000 años y una prensa de vino de la misma época, entre otros objetos como jarras, tinas, vajilla y contenedores de distintos tamaños. Pertenecen a la cultura de kura araxes (KA), en el principio de la Edad del Bronce en el sur del Cáucaso.
Otro principal atractivo es el monasterio Noravank de Amachu, situado en un cañón del pueblo cerca de la ciudad de Yeghegnadzor. Este monasterio está construido sobre una antigua iglesia del siglo IX-X que se convirtió en un mausoleo de los orwellianos y tuvo actividad hasta el siglo XIX. Renovado dos veces durante el siglo XX, este monasterio es hoy en día una de las cinco mayores atracciones turísticas de Armenia.
Garni
Continuamos la ruta en dirección noroeste para dejarnos ver por la ciudad de Garni, a 114 kilómetros de la ciudad de Areni y 32 kilómetros de nuestro próximo destino, Ereván.
Esta ciudad tiene una historia muy antigua y es principalmente conocida por su templo helenístico. El Templo de Garni, que es como se le conoce, es la estructura mejor conservada de la Armenia precristiana y uno de los mayores puntos turísticos de toda Armenia, siendo su único templo clásico.
El templo forma parte del Museo Histórico y la Reserva Cultural de Garni. En 2013 alcanzó la cifra de 200.000 visitas, incluyendo personas tan notables como Kim Kardashian, Conan O’Brien o la mismísima Montserrat Caballé.
Se cree que fue construido por el rey Tiridates I como templo del dios solar Mir. Después de que Armenia cambiara a la religión cristiana en el siglo IV, el templo se transformó en una residencia de verano de Josrovidujt, hermana de Tiridates III.
Ereván
Muy cerca de la ciudad de Garni, a unos 40 minutos en coche continuando en dirección noroeste, nos topamos con la capital de Armenia, Ereván. Es la mayor ciudad del país con una superficie total de 227 kilómetros cuadrados.
Esta ciudad posee varios puntos turísticos que visitar como, por ejemplo, el centro Cafesjian, conocido como La Cascada. Es una especie de museo al aire libre que contiene varias esculturas de artistas de renombre, como Botero. Conforme vayas subiendo las escaleras irás encontrando pequeñas plazas con más esculturas de distintos tamaños y materiales, e incluso de épocas distintas. En cada uno de estos patios que encontraremos subiendo las escaleras podremos visitar salas con exposiciones de acceso gratuito.
Vislumbrando desde una pequeña colina, se ve una personificación femenina: es la Madre Armenia, una estatua monumental que se encuentra en el Parque Victoria con vistas a la ciudad. Fue una sustitución a una estatua que le habían dedicado a José Stalin en honor a la victoria soviética durante la Segunda Guerra Mundial. En 1962 fue retirada y sustituida por la actual, diseñada por Ara Harutyunyan.
Antes de abandonar la ciudad, debemos comprar un souvenir en Northern Avenue, la calle más importante y comercial de la ciudad. Es una gran avenida toda peatonal. Posee un centro comercial subterráneo y a pie de calle podrás encontrar tiendas de grandes marcas reconocidas a nivel mundial. Encontraremos actuaciones callejeras, jóvenes bailando, danza tradicional o pequeños artistas tocando música.
Tsaghkadzor
Cambiamos de registro para irnos de la ciudad a la montaña. Esta pequeña localidad ha sido un importante destino turístico desde el siglo XX por su conocida estación de esquí.
Se encuentra en la periferia occidental de la capital provincial Hrazdan, a unos 56 kilómetros de la capital. Posee un palacio cultural, una biblioteca pública y el monasterio de Kecharis. Este monasterio es uno de los complejos religiosos más importantes de Armenia oriental y una de las muestras arquitectónicas medievales mejor conservadas de las tierras altas armenias.
Tiene una infraestructura altamente desarrollada, con varios hoteles de lujo y complejos turísticos e instalaciones de ocio. Su famosa estación de esquí se encuentra justo encima de la ciudad, a una altura de 1750 metros sobre el nivel del mar. Es una moderna estación de esquí con toques de la era soviética, conservando alguno de sus elementos y sustituyendo otros para un correcto funcionamiento.
Esta ciudad también es una de las tres ciudades de Armenia a las que se le permite albergar casas de juego y apuesta dentro del casco urbano, siendo los casinos Golden Palace Senator y Senator Royale los más destacados.
Dilijan
Ya nos encontramos en la última parada del país. Llegamos a la localidad de Dilijan, provincia de Tavush. Esta ciudad se encuentra establecida dentro del parque nacional de Dilijan y es una de las más importantes atracciones turísticas del país.
Durante la era soviética tuvo una importante relevancia turística debido a los supuestos poderes medicinales atribuidos a su agua mineral. Cada año eran miles de personas las que acudían a esta ciudad a encontrar un alivio para sus dolencias. A día de hoy sigue siendo un importante centro turístico.
A pocos kilómetros de la ciudad se encuentran monasterios como los de Haghartsin o Goshavank, por lo que la ciudad es un buen punto de partida para realizar excursiones a estos lugares y admirar sus increíbles paisajes.
Georgia
Cruzamos la frontera para entrar de lleno en este soberano país de la Costa del Mar Negro: Georgia. Comparte fronteras con Rusia al norte y noreste, con Turquía y Armenia al sur y con Azerbaiyán al sureste.
Georgia es un país en desarrollo, está clasificado como “muy alto” en el índice de desarrollo humano. Este país posee una cultura ancestral, con paisajes cambiantes y una gastronomía espectacular que podremos descubrir a lo largo de este recorrido.
Al igual que Armenia, para entrar en Georgia deberás tener un pasaporte válido y un visado. La única diferencia es que, por el momento, no lo podrás solicitar online y deberás hacerlo a la llegada al país en uno de sus puestos oficiales o antes de iniciar tu viaje en una de las embajadas o consulados.
Tiflis
La ruta continúa haciendo parada en la capital del país, Tiflis. Esta ciudad se encuentra a orillas del río Kurá y tiene poco más de 1.3 millones de habitantes y una superficie de 726 kilómetros cuadrados, siendo así la mayor ciudad del país.
Uno de sus puntos más visitados es su casco antiguo, conocido como Altstadt. Se encuentra en el centro de la capital georgiana, a la derecha del río Kurá. Se construyó a principios siglo XIX, aunque se han encontrado un gran número de restos que datan de los siglos que van de V a XVIII.
El casco antiguo combina edificios históricos dedicados a distintas religiones como pueden ser iglesias ortodoxas gregorianas, sinagogas o mezquitas. También incluye los denominados “baños de azufre” en el barrio de baños Abanotubani del siglo XVII. La entrada cuesta algo menos de 5 euros y un masaje completo, unos 15 euros.
Bordshomi
Salimos de la capital para recorrer 160 kilómetros al oeste para visitar el pueblo/resort de la provincia de Samtsje-Yavajeti, en el centro del país.
Al igual que Dilijan, esta ciudad es famosa por su industria de agua mineral. Era otra de las ciudades donde se encontraba un manantial de agua que supuestamente curaba sobre todo problemas estomacales. Han creado una leyenda y han logrado convertir la ciudad en una atracción turística, mal llamada “La Lourdes de Georgia”.
Uno de los símbolos más característicos de la ciudad es su monumento arquitectónico de la casa de Miraza-Riza-Khan. La casa llamada Firuz (Turquesa) fue levantada en 1892 por el cónsul iraní, el General Mirza-Reza-Khan como segunda residencia que utilizaba frecuentemente en época veraniega.
Su construcción está basada en piedra, con la cubierta de techo y el balcón central en madera. El principal color de la casa es el azul, decorada con piedras multicolores con tonos turquesas, de ahí el nombre de la propia casa.
Kobuleti
Continuamos la ruta hacia la costa oeste del país para disfrutar de sus playas en el municipio de Kobuleti. Centro turístico costero visitado anualmente por miles de georgianos, antiguos residentes de la Unión Soviética y sobre todo por los turistas armenios.
Esta ciudad es especialmente conocida por sus tradiciones, su hospitalidad, sus zonas climáticas subtropicales y por su singular playa de arena que posee unas magníficas vistas acompañadas por pinos endémicos, eucalipto, bambú, cipreses, palmeras datileras y cacaoteras.
Las áreas reservadas de Kintrishi y Tikeri son únicas por su biodiversidad. En el pantano de Ispani podremos encontrar una extensa vegetación única en la zona. Tambien es aquí donde confluyen muchos de sus ríos, como lo son el Kintrishi, Chavistskali, Acharistskali, Ochkhamuri, Achkva y Dekhva.
New Athos
La ciudad de los mil nombres, ya que anteriormente se le ha conocido por Nikopol, Acheisos, Anakopia, Nikopia, Nikofia, Nikopsis, Absara y Psyrtskha y actualmente New Athos. Esta ciudad situada a 22 kilómetros de Sukhumi, a orillas del mar Negro, es principalmente conocida por sus cuevas.
La gran cueva de New Athos es considerada como una de las más grandes del mundo. Cuenta con 9 cavidades siendo la más grande de 259 metros de larga por 48 de altura, cada una de estas cavidades con su nombre. Es tan grande la cueva que posee incluso un tren subterráneo que lleva a la gente de la entrada a la primera parte de la cueva.
Muy cerca de la cueva, a poco mas de 1,5 kilómetros en línea recta, nos encontramos con el Monasterio de Simoneau-Kananitsky. Quizás no sea tan espectacular como la cueva, pero sí que es realmente llamativo por su forma arquitectónica tan contrastada y encajada, con vistas al mar entre la arboleda que se encuentra. Visitar el monasterio es gratis y vale la pena ya solo por la historia que la envuelve. Es lugar de culto religioso de la era soviética y se conserva realmente bien. Cada año son miles de visitantes los que recibe, incluso peregrinos.
Es obligatorio cubrirse la cabeza para las mujeres, por eso en la entrada hay una caja con pañuelos para que puedan hacer uso de ellos.
Gagra
La última parada de esta estupenda ruta, es esta ciudad de la región de Abjasia, en la costa nordeste del mar Negro. Este lugar fue un popular lugar de desconexión en tiempos de la Unión Soviética. A día de hoy sigue siendo un lugar muy popular y visitado por turistas rusos.
Uno de los principales atractivos de esta ciudad es su gran Lago Rica, rodeado de montañas y de agua azul cristalina. Es un increíble lugar para disfrutar de paz y serenidad. Cuenta con un camino repleto de verde hasta llegar al lago, en el que podremos encontrar una antigua casa de los que fueron lideres de la URSS y que a día de hoy la podremos utilizar como alojamiento para pasar la noche.
En el extremo norte del parque Primorsky se encuentra la fortaleza de Abaata. Esta fortificación data del siglo IV y dentro podemos encontrar edificaciones como la del príncipe ruso Oldenburgsky de principios del siglo XX y que ahora se ha convertido en un hotel. También podemos encontrar una acogedora iglesia de San Ipatius del siglo VI y un pequeño museo sobre la historia de Gagra.