Desde Pamukkale hasta Oludeniz: turismo de naturaleza Turquía

¿Conoces los mejores destinos de Turquía? A todos nos viene a la cabeza la evocadora imagen de la basílica de Santa Sofía, la Mezquita Azul o el Gran Bazar de Estambul al pensar en Turquía. Sin embargo, este país tiene mucho más que ofrecer: en Turquía paisajes naturales abundan, auténticos tesoros por los que no ha pasado la mano del hombre o en los que, si lo ha hecho, ha sido de forma integrada.

En Turquía los paisajes naturales son tan interesantes como los creados por el hombre. Descubre en Turquía paisajes naturales como no encontrarás en ningún otro país del mundo.

Pamukkale, una maravilla natural de Turquía

Las piscinas naturales de Pamukkale, que significa literalmente “castillo de algodón”, ubicadas en la provincia de Denizli, son en Turquía paisajes naturales que no puedes dejar de visitar. No en vano la zona ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.

Estas piscinas blancas situadas en la ladera de una colina de 160 metros de altura se formaron a causa de los movimientos tectónicos que dieron origen a varias fuentes de aguas termales ricas en minerales. Esta agua ha ido formando capas blancas de caliza y travertino mientras baja por la montaña, creando lo que hoy en día parece una enorme cascada congelada.

Si tienes la oportunidad, espera hasta la puesta de sol, cuando la roca comienza a teñirse de color rosa. Es justo en ese momento cuando Pamukkale parece un castillo hecho con algodón de azúcar.

La Capadocia, centro del turismo natural de Turquía

Ubicada en el centro del país, esta región ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. Sin duda es uno los lugares que visitar si buscas en Turquía paisajes naturales inigualables. Su paisaje lunar, salpicado de extrañas formaciones rocosas, llamadas chimeneas de hadas, que se han ido formando durante miles de años por erosión, te dejará sin aliento.

Uno de los lugares más famosos de La Capadocia es el Museo al Aire Libre de Göreme, en el que podrás visitar iglesias y capillas excavadas en la roca con imponentes frescos que datan de los siglos X, XI y XII.

También es imprescindible hacer una ruta de senderismo por el Valle de las Palomas, contemplar las chimeneas de hadas desde el Mirador de Göreme, buscar rocas con formas de animales en el Valle de Devrent, admirar el Castillo de Uchisar y el de Ortahisar, recorrer los valles de los Monjes y del Amor, y adentrarse en alguna ciudad subterránea como Kaymakli y Derinkuyu. 

Pero si quieres hacer de tu visita de La Capadocia una experiencia aún más inolvidable, es fundamental reservar un paseo en globo al amanecer y disfrutar de unas vistas privilegiadas del paisaje iluminado por los primeros los rayos del sol del día.

Turquía paisajes naturales: sus preciosos lagos

En Turquía paisajes naturales como hermosos lagos sobran. Uno de los más conocidos es el Lago Koycegiz, un lago muy tranquilo y con aguas transparentes ubicado al sudeste de Turquía, que cuenta con un resort en sus alrededores. Es perfecto para nadar, dar paseos en barco o simplemente tumbarse a tomar sol en sus orillas.

Por su parte, el Lago de Van no solo es un referente nacional por ser el lago más grande de Turquía, sino que además es el lago salino más grande del mundo. Está situado en la región de Anatolia Central y su superficie es de 3.713 kilómetros cuadrados. De origen volcánico, en él vive el pez Inci Kefali, una especie típica del lago. Actualmente dormido, el volcán Nemrut está situado junto a la orilla oeste del lago, y otro volcán inactivo domina la zona norte.

Cascada Mencuna, todo un espectáculo natural de Turquía

Estas cascadas son visita imprescindible si vas a explorar en Turquía paisajes naturales. La primera cascada es un salto que cae desde una altura de 50 metros para derramarse en un tranquilo lago de 200 metros cuadrados de superficie.

El desbordamiento del lago da origen a la segunda cascada, que también cae desde una altura de cincuenta metros y se vierte en el lecho de un arroyo. Vista desde la distancia, parece una sola cascada de cien metros de altura. El agua cae a gran velocidad, y especialmente en los días de sol las partículas de agua cubren todo el valle formando bellísimos arcoiris.

Monte Nemrut, parada necesaria del turismo natural de Turquía

Este monte de 2.150 metros de altitud, famoso por las cabezas gigantes que se conservan del túmulo funerario que mandó construir el rey Antíoco I en el 62 a.C. en la cima cercenada de la montaña, es otra parada imprescindible en tu viaje de turismo de naturaleza en Turquía.

Los delirios de grandeza de Antíoco le hicieron auto proclamarse un dios entre los vivos, creando un nuevo culto religioso. Dichas cabezas pertenecían a enormes estatuas de diferentes dioses sentadas en sus tronos, incluida la suya, que posteriormente fueron dañadas por parte de iconoclastas.

Esta parada, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no se encuentra en la mayoría de las rutas turísticas más famosas que recorren el país por situarse cerca del Kurdistán turco, muy lejos de Estambul, por lo que podrás disfrutarlo prácticamente a solas. Se dice que el amanecer que se observa desde la cima es de los más bellos del planeta.

Oludeniz, turismo de playa y naturaleza en Turquía

Oludeniz, en la provincia de Antalya, es otra parada imprescindible en todo viaje de turismo de naturaleza en Turquía que se precie. Destaca la impresionante Laguna Azul, una resguardada laguna junto a un exuberante parque nacional, con una larga lengua de arena y un monte, el Baba, que proyecta su sombra sobre el mar.

Rodeada de bosques y montañas, es el lugar perfecto para la práctica de parapente. Definitivamente, si tienes espíritu aventurero y eres amante de las descargas de adrenalina, es una experiencia que no te debes perder. La vista desde la montaña Babadag donde se toma vuelo es espectacular.